Llegó el sábado con mucho viento, con alerta naranja en toda La Rioja, pero también llegó con mucha alegría y con mucha ilusión por nuestra parte. El día grande de nuestra asociación que arrancó a las 9 de la mañana, una cita para madrugadores, en la iglesia de Santiago, donde recordamos a los familiares de amigos que se han ido y compartimos un momento entreñable con ellos. Después llegó el desayuno y de allí nos desplazamos hasta las bodegas Dunviro de Calahorra.
A las 11 de la mañana empezamos la visita por todas las instalaciones de las bodegas, enseñándonos todos los entresijos de la elaboración de nuestro Rioja. Desde que llega la uva a la bodegas hasta que se etiqueta para su comercialización. Una visita que acabó en la sala de catas con un magnífico almuerzo, mientras que media Calahorra vivía en esos momentos sin luz y sin agua por consecuencia del temporal.
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